viernes, 27 de noviembre de 2009
CCCXCVIII: City Tour (¿11?)
No. Siempre me dolieron los finales abiertos, pero aprendí a imaginarlos. A que la historia estará preescrita, pero no en este mundo; no en mi mundo. Hoy triunfa el desafío de Paloma, que se animó a ponerle un final a un cuento tan ajeno como propio. Una Paloma que lo hizo carne, y vivió una experiencia interna viéndose de afuera y no cerrando la puerta. Para ella, el regalo de mi final, como un saldo de cuentas que no llegó como se esperaba, sino como nadie dictó. Para ella el cierre preciso y perfecto. Para aquel que su inquietud no le dicte conocerlo, será cuestión de esperar a que en algún momento, el cuento se publique íntegro. Para el inquisidor, basta un pedido. Gracias y hasta la próxima!
Publicado por
Mauro Fernández
a las
5:15
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1 comentario:
Despues te paso mis ultimos cuentos... Gracias y hasta luego
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