sábado, 31 de octubre de 2009

CCCLXIII: Lluvia, sol.

Llueve por la ventana del tiempo, llueve el pasado y el futuro. Me llueve el mundo. La particularidad menos inherente a las pequeñas gotas de agua que caen tras el vidrio, es que al más mínimo rayo de sol que las atraviese, un arcoiris distinto se dibujará. Cuanto más llueva y más se anime el sol, mejores paisajes, mejores tesoros al final de esa gama de colores que se dibuja en el cielo. Quiero que llueva, que llueva fuerte. Y rezo también por la energía de un sol caprichoso que no debe dejar de querer salir.

miércoles, 28 de octubre de 2009

CCCLXI: Le Moulin

CCCLX: So ham, so what?

Fuera de eje, al borde del abismo, en plena decadencia, con objetivos inalcanzables, en lucha inerte, en un camino suicida, el yin de un yan indefectible, sólo más alimento para la mascota social del maquiavelismo y la pudredumbre, una cuota de esperanza para los desprotegidos, un escudo para los débiles, comunión de acción para los fuertes, propuestas, marketing, la palabra justa, la explicación más minuciosa, el 22 de mayo, el nunca jamás, un día cualquiera, el principio de todo, el final de todo, paralelismos, rutas, elecciones, blancos, negros, aciertos, errores, creyentes, timadores, amigos, caretas, amores, admiraciones, gotas, gotas de aire, gotas de tiempo, gotas de sangre... So ham, so what?

lunes, 26 de octubre de 2009

CCCLIX: El sueño no soñado

¿Hace falta explicar la verdad? Lo que se muestra puro y auténtico... ¿merece gastar saliva y energías en ser justificado? ¿Y el amor? ¿No vive de la pregunta eterna que te hace seguir amando? ¿Quién quiere ser primavera cuando flota entre la tromba musical de la hojarasca otoñal? ¿Quién quiere días de sol cuando baila con brazos abiertos saciando su sed de felicidad con cada gota de lluvia, acariciando su rostro en la más dulce soledad? Encerrado en tus verdades, nunca podrías haberla descubierto realmente. Ella es todo el sueño que nunca soñaste.

sábado, 24 de octubre de 2009

CCCLVII: Crepúsculo impío de un nunca más

¿Cuándo llegará el tiempo oportuno para el letargo eterno; cuándo cesará la agonía? ¿Cuándo el aire estallará en plumas blancas; cuándo la vida en flores negras? La lágrima sobre la baranda del puente acaricia sutil la mejilla del desencuentro. Mis manos aprietan. La orquesta resuena. Pandora aguarda en el Olimpo que tome coraje y me acerque a sus brazos, que no son más que continuidad de los míos. Barcos perdidos como el vestigio de un futuro incierto, anáfora del desgarro de un corazón. El llanto. El hoy. Mañana.

CCCLVI: Comptine d'un autre été: L'Après Midi

viernes, 23 de octubre de 2009

CCCLV: Psicólogo subterráneo

¿Por qué un psicólogo puede poner un volante para difundir su trabajo en el marco de una puerta de un vagón de subte? Analicemos la situación: el stress laboral, el target de usuarios que viajan en subte -de una clase media hostigada por todos los flancos-, el encierro. Muchos son los factores que indicarían que dicho volante fue estratégicamente colocado por la mejor central de medios del país. Pero hablemos serio... ¿Imaginan a Mr. X buscando -y encontrando- solución a su psíquis inquieta, a su inconsciente reprimido anotando el teléfono de un psicólogo cuyo primer contacto fue "el volante del subte"? Ojalá así sea y el Lic. Víctor pueda ayudar a mucha gente; pero por si la pauta online da mejores resultados, aquí tienen su número: 4812-0951. Suerte y saludos de mi parte!

miércoles, 21 de octubre de 2009

CCCLIII: Fairies

Pobre monjita detenida, pobre Sor Presa (chistonto para arrancar... ideal), si se arrebata su virginidad de sospecha, su cualidad de inesperada y perfecta. Ideal, como no podía ser de otro modo. Sorpresivas las matutinas letras que visitaron bandejas de entrada oxidadas por la falta de cariño; mágico el encuentro. Allí, deslizando la respuesta en el buque que cala el corazón como sólo los recuerdos calan la memoria. Y ella allí, gritando, corriendo, con su carta inmediata casi estratégicamente preparada, dispuesta a romper la formalidad de la palabra para dejarse llevar por el encuentro. Noche inefable, lectura minusciosa, perro fiel junto a mis pies y la verdad evaporándose en el aire. Porque siempre hay algo más, y ese algo más quiso tener la voz que el silencio no calló. Quiso hablar y habló. Y más que hablar, llenó mi corazón de certezas esta vez, más no de interrogantes como otras veces (como temíamos sin saberlo). Habló cuando Ismael volvió a declarar su manifiesto a mi sistema nervioso, tensándolo de historias pasadas y finales, de ventanas e historias de amor. Libre de las sogas a las que siempre le huyó, sigo creyendo en las hadas. Confiándole sin palabras esta vez que el toque ilusionista fue mutuo, sentido y verdadero. Crossroads una vez más. Respuestas que llegan solas, inesperadas. Y cada vez más lecciones de vida, aprendiendo que soy tanto o más inocente que un recién nacido. I do believe in fairies. You're a fairy. I believe. I believe in you.

martes, 20 de octubre de 2009

CCCLII: Minjae Lee


Minjae Lee: artista surcoreana de 19 años.

CCCLI: Elección de horizontes

Hay una envidia sana por los amigos que viven lo que uno sueña. Allí están, en rumbos inciertos, ávidos de aventura, de vértigo y adrenalina. La demostración de estar vivo al colgar de la nada, o naufragar turbios océanos. Perdí la forma un día, y está esperando que vaya a recuperarla. Soy yo el que eligió quedar afuera, pero vaya si valió la pena. Hoy lo sé y lo disfruto, por haber seguido a mi corazón. Espero nuevas puertas se abran, ahí está el horizonte más no la expectativa. Pero como ansío rozar al menos esa línea indefinible que se dibuja limítrofe entre la potencialidad y lo eternamente soñado. Como la necesito...

lunes, 19 de octubre de 2009

CCCL: Crossroads

¿Y qué hay de nuestras sonrisas? Si, el tiempo pasado, pasado está; pero ¿qué hay de las sonrisas? Mirarnos a los ojos y ver el hartazgo, el cansancio, la pared viniendo otra vez contra nuestra frente, y aún así seguimos firmes. ¿Pero por qué esa mirada contracturada, como atajándose ante la embestida? Hermanados en un ciclo incesante, hoy los ojos son ajenos, pero estamos. Estamos siempre y pase lo que pase, aparecemos -como por arte de magia-. Vos, yo, los demás. El bendito problemilla de los demás. Y como todo está íntimamente relacionado aunque al ojo común se vea antagónico, me permito regalar palabras de otro tiempo-espacio, comprobando fehacientemente que el amor es el camino y que está por doquier. No seas la madre de lo que no fué, se la hija de todo lo que es y lo que será. Crossroads...

domingo, 18 de octubre de 2009

CCCIL:

Me encanta dejar el título en blanco antes de escribir, me da libertad, autenticidad, verosimilitud. Quizás escriba de las madres en su día, quizás de lo increíble y abarcativo que puede ser el ilusionismo que no conciba sus trucos como propios. Quizá escriba de viejos amores reencontrados con nuevos filtros en el corazón, o incluso, tal vez, regale públicamente los puntos que merece la serpiente que me dio vuelta la mente y el corazón. La que moldeó mi sentir, mi discurso y mis letras. Con el título de cada escrito en blanco, puedo incluso dejar el escrito en blanco. Teñirlo de grisáceo pasado, o del rouge de la tierra mochilera cuyo polvillo se inmiscuye sin permiso en los pulmones de la vida, dándole eternidad. Puedo hablar claro o confuso, describir imágenes o dejar que una hable por mí. Puedo mirar al cielo y ver el sol, puedo mirar la arena y ver cómo el viento de Las Toninas serpentea opuesto a mi dirección. Puedo llorar sobre el teclado por amor; puedo hacerlo de nostalgia. Puedo elegir morir en este instante. Puedo tomar este cuchillo y hundirlo sin piedad en mi muñeca, tiñendo la vida del bordó de la sangre. Puedo seguir viviendo como si nada, y puedo empezar a vivir como si todo. A vivir como vale la pena. O, claro, también puedo escribir todo lo que puedo escribir, y realmente no escribir sobre nada. Eso es lo delicioso de la palabra. Eso es por lo que hoy, prefiero que quede así. Real.

CCCXLVIII: Make Love Not War (bis)

Hay gente que está en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Hay gente a la que eso le pasa una vez en la vida, y otra que vive bajo ese patrón de tropezones constantes con la misma -¡bendita!- piedra. Tanto amor daba vértigo. Un vértigo que no entiende ni nunca entendió de estrategias bélicas, por lo que dejó amplios flancos sin cubrir, y el ataque sutil de la hipocresía lo tomó por asalto. Y el amor era real, de ese que no es entre dos, sino para con ese pequeño mundo que nos convergía en infinitos encuentros mágicos, día tras día, noche tras noche. Siempre lo mejor, siempre quisimos lo mejor, siempre apostamos por un corazón honesto y una ecuanimidad pacificadora. La paz, el objeto principal, lo que nos encontró. El caos y la guerra, lo que los separó. Hoy no; hoy nadie quiere guerra. Hoy todos tenemos que apostar por una paz encontrada, y más allá de mi cómodo lugar para decirlo, no lo digo por mí. Nada cambia por salirse del eje, al contrario, sólo logra desenfocarnos más y más de nuestro propio impulso vital. Nunca nadie quiso mal para nadie, nunca nadie engañó a nadie, nunca nadie odió a nadie. Make Love, Not War.

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Entrada autocensurada del 10/03/09

CCCXLVII: Delirium

The snake's long... seven miles. Amo dejarte así. Riding & flowing through green fields of storm. El deja vú inconstante de aquel encuentro pre-escrito. Sólo que hoy, por algún desliz variable del ciclo existencial, tenemos un invitado más. Él que había nacido y fallecido el mismo día que yo. Aquel quieto viajante, estático y errante como el vuelo etéreo de las palabras regaladas. El olor a arena humedecida con sal y sus percepciones. Delirium. Hojas como hombres, que son del viento pero temen desprenderse de la rama que las alimenta. Claro que sí, the snake's long...

miércoles, 14 de octubre de 2009

CCCXLVI: Escaleras

No es tan fácil como parece, ni tan automático como imaginamos. Subir una escalera es por lejos más complejo que poner un pie por sobre el otro en ese pliegue de suelo que tan perfecta y minuciosamente, Don Julio supo describir. Las escaleras se suben con la mente, se acostumbran al escalón presente, se cansan, rompen en llanto y combaten por seguir teniendo pliegues que la sorprendan. La simpleza de unas hojas de cuaderno manchadas con tinta en forma de letras, la inquietud e investigación previas a fin de hacerse del lugar físico remitente, la puerta abierta a un mundo personal tan profundo como el azul de un cielo boliviano; manifestaron el arte de dibujar nuevos pliegos en la escalera de las relaciones interpersonales y de los conocimientos mutuos. Las respuestas no siempre llegan. Otras sí, pero los barcos en alta mar se toman sus meses -y hasta años- en entregarlas. El feedback parece evidente, y lo más hermoso -así como también lo más caótico- es la incertidumbre. Gracias artista, por pintar un escalón más en la escalera.


viernes, 9 de octubre de 2009

CCCXLV: Inmortal

Hoy no se cumplen 42 años de una muerte. Se cumplen 42 años de la concreción fehaciente del sueño eterno de la vida humana. 42 años del trasbordo de la vida de un mortal a la inmortalidad etérea que sólo el amor revolucionario puede regar sobre la Sierra Maestra. Voces desgarradas y -usualmente- ignoradas, claman por aquel que dio su vida por un mundo distinto. El hombre falla, olvida y vuelve a fallar, para quedar perdido en la memoria de los pueblos. La idea perdura secularmente inscripta a fuego con forma de estrella en la frente del pueblo unido. Hoy, el Ché no vive en los argentinos que parcializan leyes mediáticas. El Ché renace una vez más en el ideal de la equidad, de la unión y de la utopía revolucionaria que anhela abandonar las praderas de Utopía para tomar por asalto la realidad del hombre, cuyos derechos no sean vulnerados por los intereses maquiavélicos y funcionales de un sistema perverso que alimenta la inequidad. Esa inequidad, queridos amigos, que sólo reside en la privación del derecho y de posibilidades. Hoy tenemos la responsabilidad y el regalo de levantar la bandera y mantener viva la mecha del mundo que todos merecemos tener. Del mundo por el que Guevara dio su vida. De la idea que hoy vive por nosotros.

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Teniendo rancho y caballo
es mas liviana la pena.
De todo aquello que tuve
solo el recuerdo me queda.
Nada más, nada más.

No tengo cuentas con Dios.
Mis cuentas son con los hombres.
Yo rezo en el llano abierto
y me hago león en el monte.
Nada más, nada más.

Me gusta mirarlo al hombre
Plantado sobre la tierra
Como una piedra en la cumbre
Como un faro en la ribera
Nada más, nada más.

Alguna gente se muere
Para volver a nacer.
Y el que tenga alguna duda
Que se lo pregunte al Ché.
Nada más, nada más.

miércoles, 7 de octubre de 2009

CCCXLIV: Fácil

Sobrevivir en constante estado depresivo es fácil.
Sobrevivir con una sonrisa fingida es fácil.
Sobrevivir con risa verosímil ante situaciones inverosímiles es fácil.

Sobrevivir amando es fácil.
Sobrevivir odiando es fácil.

Sobrevivir en velo es fácil.
Sobrevivir dormido es fácil.
Sobrevivir corrupto e influenciado es fácil.
Sobrevivir honesto y auténtico es fácil.
Sobrevivir matando es fácil.
Sobrevivir muriendo es fácil.

Sobrevivir sobreviviendo es fácil.
Vivir viviendo, no.

CCCXLIII: City Tour (3)

Deseó férreamente el fin de los tiempos cayendo sobre él como la más despiadada guillotina; era imprescindible en aquel momento que su mente estuviese diametralmente opuesta a su corazón. Creía oír el sutil giro de aquellas monedas ingresando a la máquina expendedora como si todo –incluso el caprichoso empedrado de la avenida- se detuviese por un instante y sus sentidos se fundiesen con una sola mujer. Aún así, su vista se había desviado como la extremidad imantada que descubre un polo símil del cual huír.

martes, 6 de octubre de 2009

CCCXLII: Mi mismo yo mismo

Soy anfitrión y agasajado en el festín de mis creaciones, en cada castillo edificado sobre la potencialidad explotada y descubierta. Con mi triste cuerpo envuelto en negro smoking, soy pingüino perfecto para recibirme a mi mismo -que aún espero ahí en la puerta con vestidura rupestre y colorida, que yo mismo me digne a abrirme la puerta- y no seguir esperándome. Insisto con palmadas sin recordar -o predecir- que yo mismo inventé el botón mágico llamado portero eléctrico, que intercomunica espacios, acortando tiempos y distancias, fingiendo voces ahí donde no están y abriendo portones desde otro mágico botón lejano. No había caso. No me encontraba. Pobre de mí, tan lejano y tan en busca. Porque el castillo no era más que reconocimientos ajenos, apilados uno sobre otro en los muros que me preservarían de las crueles amenazas de mí mismo. Del mi mismo que hoy duerme afuera, bajo una luna ausente. De ese mismo yo mismo, que pasa frío y sonríe por la quiescencia abúlica de la costumbre oxidada, pero vital. Del mismo yo mismo, que ama al de puertas adentro, y lo dejaría salir a mi mundo infinito si tan sólo tuviera el coraje de solicitármelo, al menos por el portero. No vaya a ser cosa que su claustro nos entristezca.

lunes, 5 de octubre de 2009

viernes, 2 de octubre de 2009

CCCXL: El arte puede taparse o hacerse tapa

Lo maravilloso de la fotografía es el recorte que puede hacerse de la realidad. La minuciosidad de la lente y lo perverso del disparador. Ese que cuando acciona no graba a fuego una imagen en la memoria del tiempo, sino que ignora con vil desparpajo todo lo que su aliada y cómplice no abarcó. Es una cuestión de espacios. Tiempo y espacio. Como todo arte; recorte y creación. La divinidad de lo insoslayablemente simulado, el jirón perfecto. La tinta no manchada de epítetos u otras clases de angustiosas miserias calificativas y explicativas. La única verdad que merece ser retratada, el recorte espacio-temporal del artista y su musa, que mira con exquisita inquisición sensorial cada gesto del dibujante por sobre la fingida postura de la modelo de turno.

jueves, 1 de octubre de 2009

CCCIXL: La extinción es equilibrio

Somos parte de un todo en sintonía. Sentirnos en desequilibrio es el error más intrínseco del ser humano pensante. La necesidad de la transformación, la ambición del cambio idealista, la concepción del mundo perfecto. Dulces ilusiones ópticas cuyos cimientos yacen y se perpetúan en el surgimiento de la cultura humana y las sociedades -más o menos- civilizadas. El Dios de nuestro Dios es el propio hombre, que dio origen y poder a una institución inexistente que decanta su estrategia de marketing de la fé en un Lord invisible que todo lo puede. El único líder, el único omnipotente, es el hombre. Aquel capaz de crear historias, mentiras y verdades, dioses y demonios. La concepción idealista, por definición se basa en un ideal inventado por el desarrollo vil de la cultura del hombre; de la cultura de la muerte. Allí vamos, camino a la extinción, disfrutando cada segundo como un enfermo terminal, o sufriendo a cada grito como el extraviado mental que no se atreve a reconocerse entre la mierda del húmedo vaho ajeno. Reconozcamos el macro equilibrio en sintonía con nuestra naturaleza madre. Deprimamos la torpe pulsión humana de tropezar cientos de veces con el mismo cabello.