jueves, 27 de mayo de 2010

DXXXIX: Canción Guerrera Quechua

Beberemos en el cráneo del traidor, usaremos sus dientes como un collar, de sus huesos haremos flautas, de su piel haremos un tambor; después bailaremos.

Canción Guerrera Quechua

DXXXVIII: Fascinación y falta de cautela

No sé enamorarme. No puedo cuidar los modos; afianzar la confianza y avanzar a paso lento -pero persistente-, en una relación. No creo en la cautela, los pasos pensados, el no asustar, ni en la estrategia. No creo siquiera en no poder cambiar de parecer. Una clase más se convierte en un mundo de chispas capaces de incendiar de una vez toda Amazonia. París, Buenos Aires, Londres, The Guardian, Perón, Holocausto, Schindler, vino, LSD, Bioy Casares, el inglés y el castellano, la utopía y el pragmatismo, un Siddartha y una Loba Esteparia; todo en una hora de mixed emotions, como dirían los Stones. Fascinado y, por tanto, falto de cautela.

miércoles, 26 de mayo de 2010

DXXXVII: Payé

Corrientes tiene payé. El payé correntino te atrapa. Saudade guaraní. Diversas conjugaciones para una misma afirmación absoluta; comprobada, una vez más, en base a la experiencia. Corrientes lo tiene, Yaguareté Corá -tanto más lindo que decirle Concepción- lo tiene. Parafraseando los primeros versos de la Balada para un Loco, puedo decir que las tardecitas de Concepción tienen ese qué se yo, ¿viste? Vení, volá, vení. Un pueblo constituído por la añoranza y la nostalgia, el espíritu gaucho inundando cada rincón, cada farol. Chamamé retumbando sobre el adobe de coloniales construcciones derrumbadas, las estrellas encandilando el barro de los caminos y el excesivo metano equino distribuido en todo su suelo. Las nubes y la tormenta deviniendo en esteros las parcelas improvisadas. Las chispas adecuadas confluyendo en el lugar menos propicio, en el momento más propicio, para empezar a escribir historias nuevas. Una postal de otra patria. De la verdadera Patria. Donde el arraigo nacional cohíbe la incorporación de la novedad. Descanso para la mente y la mirada, tristeza y desolación de la mano de una sonrisa constante. El Ché retratado en las paredes de la Iglesia y un 20 de diciembre tan importado que asusta y, a la vez, encanta. Contradicciones inexplicables. Ollas populares, comodidad cero, comunión y revolución, de los locos visitantes hasta el Padre del Departamento. No podría decir por qué se vuelve. Será el payé de un suelo correntino inexplicable y mágico que hechiza y maravilla con cada uno de sus detalles.

miércoles, 19 de mayo de 2010

DXXXVI: Kataryes!

todo aprendizaje, puertas que se abren, que es lo que busco, ya que estoy apostando a la experiencia más que a la incorporación de repeticiones incoroporadas y repetidas por otros que las transmiten en forma de dogmas bajo el subterfugio de instituciones educativas otorgadoras de títulos de caballero y señorita para buscar trabajo en la panadería del abuelo.

copy & paste
auténtico

lunes, 17 de mayo de 2010

DXXXV: Caprichos

Caprichos de querer, de saber y de creer. Caprichos que se ahogan en la copa rota del amanecer. Trastabillo y sigo jugando al equilibrista en el cordón; all in, todo o nada. Mi equilibrio es la oscilación incesante entre los extremos. Balance del lance y la precaución. De jugármela toda, ponerme la camiseta y sentir la carne al rojo vivo; o, por el contrario, de esconder la cabeza, silenciar todo sentir y jugar a las apariencias. No existen intermedios entre el ser y el parecer. Intento, trato que existan, porque sé que no es más que un instante de la vasta existencia. Y sé que reflejado el espejo del tiempo, podría verlo tan ínfimo y ridículo que no merece la pena la preocupación. Caprichos de un ser medio inerte, medio pasional, que camina entre las sombras y se tropieza encandilado por la luz del alba. Soy caprichoso, banqueselá!

viernes, 14 de mayo de 2010

DXXXIV: Segunda opción

Siempre dije que no a ser relegado, siempre tuve el orgullo por las nubes, siempre fui un desastre en esos menesteres. Hoy creo que lo abandoné y me limito a vivir lo que tengo que vivir, con toda la vehemencia que ésto me merece. Mi vida es hoy un puto quilombo. Hermoso quilombo. No sé si acá o allá, no sé si tomo o como, o bebo o ingiero, o trago o escupo... No tengo la más remota idea. Hay cosas que siento, no sé ni como ni cuánto, no sé dónde ni cuándo. Sé que están, y que soy segunda opción. Que estoy entre las sombras, que siempre hay un espíritu parco que me amalgama con la noche y lo perecedero de los cuerpos. Pero también imortal como los espíritus, aunque haya quienes no lo perciban a simple vista. Quilombo, I give you my soul. Déjame vivir con ella todos los sueños que percibo durante el día... La noche está cubierta por la somnolencia y el imaginario. Amén.

jueves, 13 de mayo de 2010

DXXXIII: Gula y antojos

Amoríos que se enredan entre las sábanas. Cuerpos deglutiéndose sin misericordia, abandonándose mutuamente, regalándose. Iris penetrante, dedos como garras rasguñando la carne ante un telón sangriento de ferviente pasión. Hambre voraz, antojo de vos. Amoríos entre sábanas, encuentros imperceptiblemente urdidos con el desencuentro de la constancia. Los ojos que hoy ven el mismo horizonte con distinta perspectiva. La boina del Ché junto al agua de Andalgalá. La reivindicación de los pueblos originarios y los Esteros del Iberá. Todo o nada. Espíritu mutante, tomando formas por instantes y fundiéndose una vez más con la masa, jugando el juego la alquimia y las apariencias. Hoy quedate así, vení, jugá. Comé con gula insaciable, sentime. Seamos el festín de la última medianoche. El cáliz, el cuerpo y la esencia.

miércoles, 12 de mayo de 2010

DXXXII: Peregrino de libertad

Caminando el país uno se encuentra soñando despierto. La polvareda que levanta una F100 roja y cobarde, el acordeón desafinado de un chamamé perfecto en pleno Yaguareté Corá, o el frío incesante de una carpa erigida y constituída por puras proezas. Las palabras saben hacer de catástrofe natural si se lo proponen, haciendo temblar el país de tus inciertas y vanas certezas. La charla con Majo, clave. El mensaje masivo ha muerto. La guerra de guerrillas, armada o no, actúa con conocimiento de campo. El trabajo de Emilio, el compromiso de todos. La magia de conocer y poder. Y saber. Y saber que podés hacer. Y en la otra cara, el Sur y sus mecedoras. Su abrazo al gris anciano que habita en mí y tanto lo difruta. La soledad jubilatoria del exilio. Siento aún al Norte que queda por vivir, lo siento profundo en el pecho, más que una estúpida remera del Ché. Siento al Norte en la quietud. Todo el fulgor en ataraxia indescribible del no-momento que erige cada momento. Situaciones ciertas y descriptivas, sentimientos profundos e inenarrables. Activista eterno de mi Norte. Guerrillero del amor. Peregrino de libertad.

martes, 11 de mayo de 2010

DXXXI

¿Qué tiene la morocha que, con todas al revés, me mira y me vuelve loco? Nada, eso simplemente, la mirada... ¿No? Y todo lo que hay atrás. La calentura intelectual de una mirada y lo que la subyace. Del silencio prolongado o el debate interminable hasta que la química le gana a la física y se rompen todos los paradigmas. Le estoy agarrando cariño a la 14. Jaja, soy un manija. 

jueves, 6 de mayo de 2010

DXXX: Iberá, o verá!

Hace tiempo, una guitarra me inspiró a quedarme. Estaba por aventurarme a Jujuy, y en Talcahuano me sorprendió una SG maravillosa, que me susurraba al oído que lo mío era tocar, no hacerme el zen en el NOA. Hoy, años después, el símbolo soñado, como ícono musical, llegó; se concretó. No en forma de SG sino de Les Paul, mejor aún, un sueño elevado a la máxima potencia a la hora de su ejecución. Vi a mi alrededor toda la materialidad que en algún momento quise, y dudé que ese fuese mi motivo de felicidad. Así surgió repentinamente, como esas cosas que tanto vale la pena vivir, escaparme al Iberá, conocer una de las reservas de agua dulce más importantes del planeta, vivir entre los bichos por unos días, into the wild. Tambaléandome, para no perder la costumbre. Será meter la cuchara un poco en cada torta. Será todo y también será nada. Y todo con su espíritu. La Les Paul para rockear las calles porteñas con mis amigos, con los gustitos de una vida compartida y urbana de la que aún no aprehendí a escapar. Los borcegos, para inmiscuirme en la realidad real, donde no hace falta cultura, ni notas, ni nada más que la contemplación y la capacidad de oir la paz adentro y afuera. O al menos, así lo creo... Les cuento a la vuelta.

martes, 4 de mayo de 2010

DXXIX: Asesino

Tengo la foto de un asesino justo debajo de mi foto de perfil. La tengo junto a un escudo de Racing que poco dice de mí, y una foto de Urondo -¿otro asesino?-, que es fin y medios, esencialmente literarios; pero quien dice pluma dice fusil. Asesinar, matar a alguien con premeditación, alevosía, etcétera; Real Academia Española. Asesinar entonces es, en ciertos casos, un acto de dignidad y de honestidad. Alzar el fusil con determinación contra el cráneo de la mentira erigida sobre unas botas de cuero o unos zapatos de gamuza, puede ser una de las mayores verdades de nuestra existencia. La muerte, por sí misma, es la única certeza y es parte del juego que nos tocó jugar mientras el sueño durase. Un sueño rebosante de ideas, sentimientos, dibujos, juegos, amores, abrazos, lágrimas y sonrisas. Y sobre todo, lleno de errores. ¿Apostó por la vida entonces, aquel asesino barbado y de mirada infranqueable? No lo creo. Porque creo que priorizó la verdad, la dignidad y la calidad de vida, antes que una mera subsistencia insustancial. Creo que le abrió la puerta al error y al juicio ajeno, al elegir hacer y no mirar. Otros, tantos otros, cometen la torpeza de creer que jamás se equivocaron, por ser cómplices y pasivos en una orgía colosal que se les desdibuja en la mirada perdida. Y esos juzgan. Todos juzgamos. Todos creemos ser "dueños". Todos deberíamos callar y hacer un poco más. Equivocarnos sin miedo. Confiar en el impulso vital de nuestro corazón. Sepan que esa imagen que hoy aparece a iluminar la columna lateral de Egosincracia, no está ahí porque quede linda la foto de Korda, o porque me posicione como ícono de nada. Sepan que esa imagen está ahí porque comparto y porque creo. Porque la cara blanca que casi se apoya sobre su boina, puede cometer los mismos errores que él si así lo siente.

DXXVIII: B 612


La revolución es azul, como azul eterno es la nostalgia y azul oceánico, la añoranza. La paleta deviene en pentagrama cuando el pincel se le atreve a su clave del sol, al compás que se siente y no se oye, sino entre menores y bluenotes. En la voz de Serrano o BB King, en el cielo o en el agua, el planeta desde lejos, los abrazos de ocaso. Fuertes sus abrazos, más sentidos que ninguno. No nos pertenecemos, nos vemos cuando el sol dispone, segundos hilvanados entre la inmensidad de las horas. La sonrisa que traza un horizonte arqueado de inocencia y de la carga sobre su lomo, es el suspiro que ejecuta la esperanza e ilumina la noche del bosque encantado, sorteando árboles parlantes y engaños maliciosos de un fauno cautivo del dominio humano, envenenado tras tanto pensar y padecer pensamientos ajenos. Allá vas, saltando inquieta de casillero en casillero, aprehendiendo el juego de la vida de a saltitos inestables y efímeros pies sobre la tierra. Segundos de magia. Horizontes que se disfrazan de vos en el extremo de los días. Y mientras tanto, yo me esfuerzo vanamente por un adquirido título nobiliario. Cómo quisiera ser el príncipe que te viviera cuarenta y tres veces al día, con el simple movimiento de mi silla. Amputando así de cada sentimiento, su innecesaria cuota de tristeza.

lunes, 3 de mayo de 2010

DXXVII: ¿Cómo estás?

¿Cómo estás? Juro estrujándome el corazón con el puño derecho, que cada vez que te veo, no lo pregunto como prolongación del saludo inicial; realmente quiero saber cómo estás. Tengo muchas ganas de saber qué se esconde tras el persistente e infranqueable telón. De saber por qué sos tan distinta y tan igual a mi. Por qué tengo que ser yo quien se aventure al buceo hacia tu Atlantis; por qué no querés alcanzarme un mapa.

¿Cómo estás? Me lo pregunto cada vez que te miro a los ojos y te hablo de cualquier tontera, cualquier banalidad. Cada vez que juego con tus dedos o acaricio tu pierna con la yema de mis dedos, como queriendo que nuestros poros se fusionen un instante y poder ser parte de tu piel para entenderte, para sentirte. Esos ojos cuentan infinitas historias más que las estrofas de las palabras ausentes. Cuentan las que valen. Las que quiero sentir y compartir. Nos contamos muchísimo más de lo que nos decimos. Quiero que vengas y me descubras. Quiero ir y descubrirte. Pero antes, quiero saber cómo estás.

domingo, 2 de mayo de 2010

DXXVI: Matu a la onceava potencia.




Hoy he pasado un lindo día con mis amigos conocidos y familiares.
Por nada cambiaria este día que dios quiso que pasara bien y que bendijo con todo su poder. Jugué a muchos juegos lindos con mis amigos y también fui a la plaza.
Allá tiramos fosforitos , entonces hoy la pase re bien y espero que mañana sea un día tan lindo como fue hoy y como antes dije que dios nada mas me quiso dar un lindo día.

LOS QUIERO, MAREO NAZARENO FERNANDEZ.

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Texto escrito a los 9 años. Hoy, cumple 11. FELIZ CUMPLE, HERMANITO! 
Otro texto, acá.

sábado, 1 de mayo de 2010

DXXV: ¿Qué me pasa?

Me pasa que no entiendo, que disfruto, que no pienso. 
Me pasa que siento y me emociono, y me enamoro.
Me pasa que me pasa tanto, que me desbordo.
Me pasa que el pasado me abraza muy seguido,
que no hay flores en su tumba, que le canto a Calamaro. 
Me pasa la vida, cada tanto, por al lado o por adentro.
Me pasa mucho si yo dejo que me pase y no me paso.
Me pasa que me paso algunas veces, y no siento.
Me pasa que en esos momentos, no dejo de pensar, y meto la pata.
Que no sé si todo lo que pasa, me pasa o simplemente, pasa.
Me pasan las historias de un presente que pasa y sigue vivo.
Me pasa el amor y la aventura. Me pasa, a veces, que me pesa.
Que me pesa el culo del hastío, que me aburro con franqueza.
Me pasa que me canso y bordeo a los extremos.
Me pasa que tatúo el equilibrio y me cuesta vivirlo.
Me pasa esto, aquello y todas ellas.
Me pasa querer vivir todo junto, y con la pasión que cada una merece.
Me pasan ustedes, me pasa la vida, me paso yo mismo.
A veces por el corazón, a veces inadvertido.