Cada prenda que cae, un paso más hacia la eternidad.
Cada mirada, una inyección de profunda honestidad.
Cada caricia, un regalo del cielo, bajado a la yema de tus dedos.
Cada mentira, una posibilidad de seguir viviendo lo más real que me tocó vivir.
Cada verdad, una nueva posibilidad de ser feliz.
Cada cabello encontrado, un vestigio de la pasión.
Cada encontronazo, una coraza a nuestros sentimientos.
Cada mate, un instante que nos permitimos compartir.
Cada suspiro, una pena que se va.
Cada espejo, ojepse adaC.
Cada no, la posibilidad de un sí reprimido.
Cada sí, la llave al paraíso.
Cada advertencia, una reafirmación del amor.
Cada llamada, el sentido de tener celular.
Cada proyección futura, lo más mágico de los errores.
Cada 39 que pasa, una posibilidad menos de encontrarme con esa perra.
Cada final, el comienzo de algo nuevo.
Cada novedad, un aprendizaje.
Cada noche, la posibilidad de verte fulgente, única entre miles.
Cada adoración, un tímido enamoramiento.
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