lunes, 1 de diciembre de 2008

CX

Estudiando y haciendo cuadros para la facultad en uno de esos cuadernos multiuso donde anotamos todo tipo de ocurrencias, encontré una letra que escribí hace, fácil, cerca de dos años. Por lo lindo de toparse con una creación propia que uno sentía perdida, allí donde habita el olvido, y por lo pertinente que resulta al interpretar situaciones presentes, la comparto.

Quiero morder,
Quiero escupir la palabra santa.
Quiero entender
el fino umbral de las palabras.

Voy a caer
bajo el poder de aquella espada.
Que siempre fue,
la realidad que me domaba.

Como un corcel
voy desafiando sus monturas y plegarias.
Adoctrinado sólo en
romper el tiempo y la distancia.

Se fue con el, todo el sueño que alimentaba.
Lo vio nacer y esquivando estrellas lo olvidaba.
Siempre apostó, tachó la doble y la escalera no acababa.
Los labios que nunca besó, eran el cielo que esperaba.

Y me confundo en el placer
que hay en su alma y entre la ropa de su cama.
Ya nada es más de lo que ves,
coraza fiel e inesperada.

Quieren romper, el himen que hay
ante las puertas de la calma.
Desvirgar el milagro,
es soñar eternamente nada.

Mauro Fernández - Egosincracia

No hay comentarios: