jueves, 21 de agosto de 2008

XVIII

Come de mi, come de mi carne...
(no importa ya mi voluntad).
Enroscando el alma hasta
escurrir los recuerdos viejos.
Veo veo, las palabras nunca son
lo mejor para estar desnudos.
  • ¡Adieu, bye bye, aufwiedersehen!

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