viernes, 8 de agosto de 2008

VII


¡OOOCHO DEL OOOCHO DEL OOOCHO!
Cómo no recordar, justo hoy, al magnifico "Riverito". El tipo innegablemente tuvo una hermosa capacidad. No sólo contagió alegría con su imborrable sonrisa y constante buen humor, sino que también llenó de magia al simple hecho de mencionar un número. No digan que en sus épocas doradas (ahora casi que pasó de moda), cada vez que tenían que nombrar al antecesor de que el culo te llueva, no lo prolongaban extensamente la "o" inicial, cerrando los labios y estirando levemente el rostro, hasta transformarla en una "u" mutante; como nos enseñó el maestro Luis González Rivero. Que hermoso es llenar de magia algo tan monótono como cantar los números de la lotería.
Ojalá todos tuviésemos un poco de "Riverito".

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