jueves, 6 de noviembre de 2008
LXXXVI
¿Por qué puede alguien esperar ansiosamente las 2 de la mañana? Realmente no lo sé. Tal vez para ser anfitrión de algo que despierte un espíritu dormido o fulminado por el trajín del día. Uno que nunca deba dormirse, uno que pueda sostenerse en su estoicismo inmortal, por los siglos de los siglos. Y eso se ata a la tierra con una cadena liberadora, más allá de lo antagónico que ésto resulte. Existe una cadena invisible que puede atar nuestras almas al suelo (al cielo), no permitiéndonos huír de las verdades del corazón, e inmiscuyéndonos en lo sustancialmente verosímil de la espiritualidad humana. Inescindible de nuestro ser. Inexpugnable en el sentir, aunque a veces insostenible, al proyectar empíricamente en las acciones cotidianas. Quiero estar atado a la tierra. Quiero esa cadena, para no ser preso de mi destino. Ansío forjarlo. & if my spirit is crying for leaving, no oses pagarle el pasaje. No lo dejes atrapado en libertad, preso de una ciudad dormida y sin sueños.
Publicado por
Mauro Fernández
a las
0:52
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