miércoles, 18 de marzo de 2009
CCXII
Entre Guruji, La Renga y Sabina, fueron alternando roles para lograr que Egosincracia no se inmovilice, inerte, en un estancamiento escatológico. La pútrida inercia del estancamiento es el virus que infecta nuestros anhelos más profundos, nuestros sueños y voluntades, la realización de nuestros objetivos. Por eso, es que siempre hay que estar en movimiento; por eso hay que correr aunque no sepamos donde, y es también por ese motivo, que hoy les agradezco este impasse de paz sin paz, y decido volver a escribir.
Publicado por
Mauro Fernández
a las
11:49
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