viernes, 27 de febrero de 2009

CXCVIII

Había una vez una vía; una, ¿ves? Sabias palabras, juegan palabras, sienten palabras. Se urden palabras. Grandes palabras, malas palabras: de grandes... palabras. Malos grandes que ya no sienten palabras, no juegan palabras, no sabias palabras -de grandes-. Y había una vez una vía; una, ¿ves? Una que por vía, todavía no había ni sabía, no llegaba ni encallaba. Era vía en viva vida, siempre vía todavía, su vida de vía, cabría e impía. Caía, lloraba, reía, callaba. Mordía, gemía... ¡gritaba! Bajaba, suspiraba y reía. La vida fluía; la vía, todavía vivía lo que los grandes no entendían. Sus ojos veía, el futuro sentía, el presente vivía... Juguemos palabras, sintamos palabras. Amando la vía de la vida del niño que había una vez, una vía; una, ¿ves?

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