jueves, 13 de mayo de 2010
DXXXIII: Gula y antojos
Amoríos que se enredan entre las sábanas. Cuerpos deglutiéndose sin misericordia, abandonándose mutuamente, regalándose. Iris penetrante, dedos como garras rasguñando la carne ante un telón sangriento de ferviente pasión. Hambre voraz, antojo de vos. Amoríos entre sábanas, encuentros imperceptiblemente urdidos con el desencuentro de la constancia. Los ojos que hoy ven el mismo horizonte con distinta perspectiva. La boina del Ché junto al agua de Andalgalá. La reivindicación de los pueblos originarios y los Esteros del Iberá. Todo o nada. Espíritu mutante, tomando formas por instantes y fundiéndose una vez más con la masa, jugando el juego la alquimia y las apariencias. Hoy quedate así, vení, jugá. Comé con gula insaciable, sentime. Seamos el festín de la última medianoche. El cáliz, el cuerpo y la esencia.
Publicado por
Mauro Fernández
a las
0:22
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