jueves, 27 de agosto de 2009

CCCXII: Invisible

Así te quiero, invisible. Entonces... ¿por qué te empeñás en aparecer? ¿El que se va sin que lo echen vuelve sin que lo llamen? ¡No! Caca. No te quiero cerca. Fuiste un sueño, pero al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver. Porque volvés y no existe. Y de lo que fue, sólo las cenizas ruines de la añoranza quedan. Y los cimientos de un mañana ausente, momifican el sentir torturándolo en plan de extinción. Sabés leer, sabés desaparecer. Leé y desaparecé.

1 comentario:

Mauro Fernández dijo...

Sí, obvio que escribo esto porque soy débil y necesito tenerte lejos para poder olvidarte... Es obvio también que te extraño horrores, y que me gustaría pasar tardes y noches con vos.

Pero estoy débil, y sé que hoy, lamentablemente, no podés ayudarme. Entonces necesito alejarte, por mi debilidad.

Te quiero divina.