martes, 22 de septiembre de 2009
CCCXXX: Historias atemporales
Hay historias cuyos destinos no han llegado a ser historias por una mera cuestión temporal; quedaron truncas, inimaginadas. La ramificación incontable de los futuros inmediatos es apócrifa, de belleza sutil e incierta como la sonrisa tímida de un enamoramiento. La complicidad cumple rol fundamental en vida humana (se ruega no caer en la banalidad simplista de la subsistencia). La vacuidad es sobrellevada con momentos, con realidades realizadas -valga la realindancia-, con códigos más allá de los códigos -valga la codificación-, con mañanas que ayer no fueron escritos -valgan los miedos olvidados-. Será por eso que él siempre eligió nadar por mares helados, intransitables para los barcos civilizatorios que ansiaron desde siempre aquellas tierras pero nunca tuvieron el coraje de conquistarlas. Y ese asalto agonizante daba fuerzas necesarias para devolver la dignidad al pueblo dormido, zambullirse en el mismo helado océano y seguir su rumbo hacia nuevos vestigios del futuro.
Publicado por
Mauro Fernández
a las
7:00
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