domingo, 28 de marzo de 2010
CDXCVI: Avestruz
A veces, mirando hacia atrás, siento lástima de mí mismo. El momento lo vivo, lo disfruto, me río y no pienso; pero después, a veces la mañana siguiente, otras años más tarde, recuerdo y quiero que me trague la tierra. Es casi cómico que esos mismos momentos que me hacen sentir un avestruz, para otros puedan resultar interesantes al menos para reirse de mi. Siempre así, siempre picado, puesto, o whatever, sería más chistoso o mejor compañía. Quedarme parado y callado en la esquina de un cumpleaños es un disparo al corazón de la socialización del entorno. Pero soy así. A veces me canso y quiero ver qué pasa si cambio, y termino al día siguiente queriendo no recordar y con la cabeza metida en un agujero.
Publicado por
Mauro Fernández
a las
12:57
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