viernes, 3 de julio de 2009

CCLXVII: ¡Porco Rex!

La emergencia sanitaria parece haber revolucionado el amor a la vida que parecemos tener tan abandonado, nosotros los argentinos. Asombra la timidez de nuestro olfato, escudriñando con temor y desde abajo del heróico barbijo, todo el desenfreno exterior; el mundo de la pandemia voraz. A pesar de todo, la situación me alegra particularmente. Me resulta lúdico y hasta reconfortante vernos tan altruistas con el alcohol en gel a la orden del día, escuchar de los empresarios cerrando las oficinas y ordenándole a sus empleados tomarse esas tan merecidas vacaciones de invierno, y por oposición, reconocer el activismo de la UBA, luchando por la continuidad constante de la educación pública -peste lo que cueste-. De este modo, las consecuencias de la pandemia subyacen la paranoia existencial generalizada, engayolando nuestras miserias y extasiando nuestros días de amor y compromiso solidario. 

Vale aclarar, el pseudo-optimismo, puede en ocasiones tomar la forma de irónica oposición ante la efervescencia de la ineptitud gobernante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuestre lo que cuestre
sigo expeditiva, sí (?)
un beso mau
Pau (mau.pau....jajaja)

Mauro Fernández dijo...

¡Genios Les Luthiers!
¿Actualizándote?