sábado, 25 de julio de 2009
CCIXC: Capítulo mágico
Adolfita toma las riendas del destino, cumple años y cierra etapas. Es maravilloso descifrar las vetas de una personalidad tan múltiple y reconocerla en distintos instantes. Yo supe amarlas a todas ellas, doncellas de ensueño que tuvieron en cautiverio a todos mis sentidos en un castillo mágico, de cristal. Hoy elige cerrar, no darle espacio a sus hermanas más idealistas para expresarse -y se nota hasta en el tono de su voz, como si un vibratto único las identificara dentro del mismo cuerpito-, y enojarse con lo que una vez, una artista compró, más allá de lo que exhibía la vidriera. Espejos nuevamente quizás, no lo sé. La busqué como se busca a la flor más auténtica del jardín del Edén, la amé como se ama a un infinito inalcanzable que trasciende las formas de lo que es y lo que debe ser. Me duele que no sea por amor, me duele que sea por miedo... Pero de la forma que sea, simplemente, es. Y así, será un capítulo increíble y mágico en la historia de mi vida. Ojalá el autor sepa dibujarla una vez más en esta trama triste en la que, de tanto en tanto, necesito su polvo de hada para volver a volar.
Publicado por
Mauro Fernández
a las
19:59
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