La escisión histórica que existe entre cultura y naturaleza es, para mí, uno de los grandes errores (horrores) estructurales de las sociedades modernas. Como indica Galeano, Europa nos dictó sentencia dolosa como seres bárbaros, salvajes, incultos y con vicios de animalidad. Casi como un Pecado Capital, los dioses nos miran de reojo y nos ponen frente al rostro un espejo deformado que nos hace sentir la anomalía de cualquier instinto, de cualquier intento de preservación natural que exhibamos en el plano social.
Será así que, al erigir imperios de civilidad emancipadora de los crueles males del mundo, crecemos en falsas sonrisas, buenos modales y reclamos moderados -siempre pidiendo permiso a aquel contra quien reclamásemos, no vaya a ser cosa de que cambiemos algo realmente- mientras los titiriteros del mercado mundial, de la compraventa de muertos y presidentes, del trueque del hambre por la energía y de la vida por el oro, siguen moviendo los hilos a su antojo, muy lejos de nuestra absoluta falta de raciocinio, típica del salvajismo prehistórico del que somos prueba y evidencia.
2 comentarios:
Muy bueno, nuestros lideres politicos deben dejar de ignorar a los Pueblos Originarios y sus reclamos. La frase de Galeano lo explica todo perfectamente
Bruno, gracias por tu comentario y por haber pasado. Espero sigas visitando y compartiendo el sitio.
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