lunes, 16 de agosto de 2010

DLXXII: Encrucijada en el diluvio

Te parás bajo el farol. Suspirás y abrís los ojos en dirección al universo. Reconocés todo aquello que no vive más que en vos y sentís la lluvia cayendo y empapándolo todo, lavando profundas heridas, corroyendo arraigos imponderablemente inútiles. Cae la gota aventurada en tu frente y se desliza lasciva por el dulce perfil de tu rostro que tan acostumbrado me tiene, acariciando tus mejillas en el paréntesis que dibuja tu sonrisa, al son de un ignoto humedecimiento. 

Allí me pierdo, me amalgamo con la lluvia y tu sonrisa, entre las gotas del diluvio universal y tu cáliz de vida eterna que sueño y ansío. Dejás caer una lágrima que es aguja en el pajar de la tormenta, se lanza impertinente al mar de las dudas de un empedrado erosionado de historias y ajenas sales. Pero sabe que sólo la tuya podrá escribir la verdadera historia, la historia sin final de la pesadumbre enamorada, que deambula sola en una calle de Palermo en otras líneas temporales, tan lejanas al cucú de la casa de la abuela, o la pulsera dorada que esos hombres tan concupiscentemente anhelan. 

Vos ahí, bajo el farol y la lluvia, haciendo tiempo a que mis pasos te alcancen. Los sabés reiterados, casi tuyos. Casi tanto como conozco yo ese sordo repiquetear de tu válvula sanguínea. Los silencios y distancias. Los veranos. 

Serán tiempos de urdimbres carnívoras y asesinatos majestuosos, cuando nuestros caminos se crucen en esa esquina, en ese farol. Cuando el diluvio caiga impiadoso, más el agua no apague el fuego y regalen tus alas el viento que lo avive. 

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Usted es un poeta-poeta Fernández! Guarde los originales de lo que escribe, por dios.

Mauro Fernández dijo...

Que linda recomendación, pero, ¿la repetición connota reafirmación o anulación? Porque bien podría ser: "¡Usted es un Fernández! Guarde los originales de lo que escribe, por dios" (¡no los muestre más!).

Sería completamente lógico...

Anónimo dijo...

Usted entenderá que quise decir lo que dije, lo sé. Fernandez-Benedetti-Gelman-Serrano-Sabina-Neruda, ¡que entra en el grupo!

Mauro Fernández dijo...

Pero por favor, déjese de irrespetuosidades para con los poetas verdaderos! Igual, qué anhelo!

Anónimo dijo...

Que cuando vi algo feo aquí se lo dije! Usted espere a tener los 80 años que tuvo Benedetti, y vamos a ver dónde está. Eso sí, acuérdate de vivir en el medio :)

Mauro Fernández dijo...

No lo recuerdo, pero sé que lo hubiese dicho. A los 80 dudo en llegar -al menos entero-, pero sin importar dónde esté, sólo espero crecer aprendiendo de los maestros y pudiendo regalar un poco de bella empatía desde el mágico mundo de la letra.

Gracias por el aliento, que no es mañanero.