--
“El país se está
recuperando fuertemente desde 2003”, aventó un yo que labura para 678, almuerza con Gvirtz y Lucas Carrasco,
escucha Fito desde hace poco, se erotiza con Florencia Peña y es embajador de
la prédica militante. Podría haberle dicho que nos están robando la Cordillera, que no tenemos política ambiental e incluso después de Fukushima nos empecinamos con la energía nuclear, que el modelo de desarrollo no se sustenta por su carácter productivista utópico, o unas cuantas cosas más, pero eso es historia futura en este relato. Me quedé con algo más general para comenzar, que no deja de ser cierto.
Le conté de los setenta para acá, seguro lo aburrí –o no, porque, como decía, Antonio se desestructuró y se notaba más entusiasmado-. Desde la crisis económica en la que nos sumió el gobierno militar, casi salteándome a Alfonsín, metiéndome de lleno en el menemato, en la política privatista, en la venta del país, la pastilla de carbón que contiene la mierda y el culo que explota minutos después, más violentamente de lo recomendable.
Le conté de los setenta para acá, seguro lo aburrí –o no, porque, como decía, Antonio se desestructuró y se notaba más entusiasmado-. Desde la crisis económica en la que nos sumió el gobierno militar, casi salteándome a Alfonsín, metiéndome de lleno en el menemato, en la política privatista, en la venta del país, la pastilla de carbón que contiene la mierda y el culo que explota minutos después, más violentamente de lo recomendable.
Antonio me hace
caras, casi sin notarlo –creo que siquiera son las caras de Antonio, son las
caras de alguien más que se manifiestan a través suyo-, como desaprobando que
ese tipo de política neoliberal conlleve necesariamente las consecuencias que
yo describía; pero seguí adelante.
Disturbios del 19 y 20 de diciembre en Buenos Aires. |
Hartazgo, no nos
quedaba nada, el Estado no tenía que administrar, se inventa una “opo”
aliancista berreta –con el líder menos carismático que vi en mi corta historia-, ganan y para demostrar que ese gobierno no es aburrido, para nada, le iba a
tocar la pija al país mientras le robaba la billetera y vulneraba su
integridad. Corralito. Saqueos, imágenes de guerra en la televisión –yo era tan
chico que me da bronca, pero algunas recuerdo-. La gente ya tenía hambre, el
pueblo ya vivía como el orto, pero muchos egos salieron a la calle cuando se
metieron con su seguridad bancarizada, con su futuro hipotecado. Con eso no se jode. ¡Boom!
38 muertos en la Plaza de Mayo entre el 19 y el 20 de diciembre, el HSBC de traición, las corporaciones
contra los intereses del pueblo, el gobierno, también, sin mixturas ni tamices.
Cinco presidentes en 10 días, caos, Duhalde se establece y en su ausencia,
hasta José Luis Gioja en su rol de Presidente Provisional del Senado fue Presidente
de la Nación por un rato (¡Dios me salve y me guarde, María llena eres de
gracia y Oh, ¿¡ahora quién podrá defendernos, Chapulín!?). Descreimiento absoluto de las instituciones, alejamiento de la política tradicional, explosión de organizaciones piqueteras, sociales y culturales, demostrando que la política estaba en otra parte -parafraseando a López Echagüe y su excelente libro al respecto-. El Estado lo reprimía, quería poder propio y no sabía como canalizar esa voluntad de cambio; sólo imponía, disparaba, asesinaba. Maxi y Darío.
Afiche de campaña de Kirchner 2003. |
2003. Néstor
Kirchner llega a la presidencia de la mano de Duhalde –el de la pesificación,
el de Kosteki y Santillán, el de la merca; el mono relojero, el cabezón; no el
de los Derechos Humanos-. El seno justicialista post-General está ahí, el
entramado del caudillismo provincial debía comenzar a erigirse bajo la figura
de este nuevo líder, un líder de verdad; un tipo muy hábil, inteligente, con
una noción absoluta del poder, que se proponía sacar al país de la crisis y no
a cualquier precio. No podría recapitular todos y cada uno de los pasos que dio
el gobierno de Kirchner para sacarnos de la deuda, porque tampoco los sé.
Antonio sigue escuchando atento un relato genuino y no lo suficientemente fiel
como para aburrir en su densidad; yo me impresiono por su paciencia y su
interés, pero claro, ahora llegaba la parte que a él más le interesaba.
Saldamos la deuda,
a tomar por culo con el FMI, Néstor reavivó la industria, volvió a acercarse al
pueblo, a dialogar con la gente y no a imponerle. A quien le imponía era a las
corporaciones y a los opositores, cada tanto y sin piedad, pero con eufemismos
democráticos. Como un médico quirúrgico, conjuntamente con el aparato judicial
fortalecido y por el cual su mujer, Cristina Fernández, luchó desde su banca en
el Senado cuando promovió la reforma del Consejo de la Magistratura; comenzó a
cerrar heridas abiertas desde hace más de treinta años, bajó el cuadro
emblemático de la discordia y reavivando la pasión popular que puso los pelos
de punta a algunos y la piel de gallina a otros.
Dividió para
gobernar, le hizo mal a la “unidad” podrán decir, pero en esa división unió más
de lo que dividió. La noción del individualismo menemista cuya perspectiva
mayor es cuándo volver a Miami o volver a cambiar el auto, pasó a ser sucedida
por una militancia empedernida, a veces medio estúpida –y que critico
ferozmente en otras oportunidades-, de creer en un modelo que nadie sabe bien
que es pero muchos defienden. Eso, esa confianza renovada en la política y en
la militancia me significa una unión por ideales, que antes no había visto. La política que estaba en otra parte empezó a militar en las filas del kirchnerismo.
Parodia del afiche de campaña de CFK 2007. |
Néstor y Cristina.
Los K. Amados y odiados, avanzan como en el ajedrez una gran guerra con distintas batallas maniqueas,
con fines un tanto nobles y un tanto en busca de más -y más- poder. Antonio dejó de comer y me mira ansioso. En 2007
asume Cristina, con un país ya polarizado.
--
Esta historia es publicada en cinco "capítulos".
Ver Capítulo 1/5.
Ver Capítulo 1/5.
Capítulo 2/5
6 comentarios:
Viene muy interesante, leer la historia desde el punto de vista de otra persona ayuda a entenderla mucho mas.
Lo de Gioja no lo sabia, estabamos al horno
Bruno, no confíes. Menos en este intento de recopilación fugaz en un almuerzo de fin de semana. Pero sí, la perspectiva y la opinión del otro construyen espejos donde reflejar nuestra concepción y analizar diferencias, para entender lo hasta entonces impensado.
Y sí, Gioja llegó al Sillón de Rivadavia. Por eso dirán que las argentinas son las MINAS más lindas del mundo...
Me gusta, quiero saber que dice el gallego a todo lo que le contás! Quiero los demás capítulos.
Abrazo de goal!
No sé si eso llegará, eh... Como voy diciendo, habló poco y nada. Acá los que hablaron fueron mis yo internos.
Veremos, veremos.
Hug of goal (así es).
Mau, te salteaste a Lavagna que deja una economía en pendiente ascendiente y ahi JUSTITO asume Nestor. Siempre me pareció injusto que se le reconozca a Nestor algo que inicia otro personaje, CRACK en la economía del pais. Abraazo!
Seguro que hubo varios omitidos, sin intención sino por algún subterfugio de mi memoria selectiva o mi conocimiento histórico. Sin embargo, y sin desmerecer a Lavagna de quien no tengo la suficiente información como para formar una opinión al respecto, de haber sido así, el mantener una política durante 8 años, con todos los agregados y mejoras que eso supone, amerita también un reconocimiento.
Publicar un comentario