sábado, 8 de octubre de 2011

Los Arrepentidos


Son represores, monopólicos jerarcas, liberales empedernidos, trabas en el camino hacia la libertad. Son la voz que defiende la voz, la mano que calla las voces. Son la escuela que educa a los pocos, el exilio de la vergüenza; hasta las andanzas de un Ford en la noche verde. También son los enfermeros del Borda que dopan pacientes hasta el silencio, abriéndole las puertas a un oscuro tráfico de órganos. Son los corruptos. Los vendepatria.

Formato: alienar a la izquierda
Todos son la patraña y el embuste. Nos tomaron por idiotas largos años; décadas. Fueron perseguidos por sus verdaderos defendidos, por el simple acto de una demagoga empatía del hombre débil de antaño. Humo puro, nos vendieron. Nos vendieron.

Ahora muestran la hilacha, ratas de callejón; impuestos-supuestos exmilitantes de un ideal etéreo que no perteneció jamás al arcón de sus valores ni utopías. La república engañada hoy los sentencia a la peor condena: la dilapidación pública, el descuartizamiento y la pudrición de la carne vieja del escarmiento.

¿Nos creyeron idiotas? Nosotros, los verdaderos creyentes y defensores de la lealtad y la justicia soberana, de una Patria emancipada de todo asomo imperial, de la igualdad entre los trabajadores –desde Puerto Madero al Impenetrable chaqueño; desde el manjar de la Quinta de Olivos hasta el hambre en la selva misionera-, los que día a día dedicamos nuestra vida y nuestros millones para hacer de este lugar un poco más igual y justo, los condenamos.

Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina… no queremos su exilio, queremos su obediencia debida. Reunidos en Congreso General Constituyente… dilapidamos al destituyente y su móvil amoral de avanzar empedernido contra los intereses del pueblo, todo. Por voluntad y elección de las provincias que lo componen… decimos: ¡basta! Que los recursos son nuestros, las ganancias lo son más, y el país federativo se puede ir a la puta madre que lo parió. Reveamos el Pacto Constituyente si tanto van a joder.

Formato: alinear a la derecha
Fueron letrados, hoy son letrinas. Fueron las voces, hoy son las heces. Son Bonasso, Solanas, Lanata y tantos otros. ¿Qué Barrick, Atucha, Spolsky, Gvirtz, Fútbol para Todos, ni Bosques para todos? ¿Cómo piensan llegar al futuro; viviendo como en la época de las cavernas? ¿No vengando retributivamente la voz del monopolio? Falta condenar a ese hijo de puta que fue el marica y “proyecto de poeta” de Urondo, la malcogida –y bienengañada- de Lili Massaferro, la Arrostito que ya la pagó caro, y hasta ese tal Guevara, que por anhelo imperial e internacionalista, olvidó y jamás trabajó por los intereses urgentes y reales de esta Gran Nación Argentina, que crece con La Fuerza del pueblo –y las inversiones canadienses, mexicanas y chinas, claro.

Todos ellos, sean sometidos a la peor condena. Por apátridas, por hipócritas y haber sido siempre funcionales al capital extranjero.

La libertad es mierda, si no acompaña los intereses populares. ¿Cómo se atreven a impedir el avance indiscutido de una Patria que por sí sola todo lo vale; que su mayoritaria representación todo lo domina, lo entiende y lo juzga? El número da el poder, y el número está de nuestro lado.

¡La Patria somos nosotros, carajo!



--

NdeR: soy un eterno crítico de lo que considero incorrecto. Mi deber moral me obliga a hacerlo. ¿Si es esta una nota "destituyente" al estilo de los mencionados? Para nada. Es sólo mi "ladrillo en la pared", para intentar hacer visible la maquinaria de la razón impuesta verticalmente y sin motivo más que el maniqueo de la polarización y la obtención de la plusvalía del poder. El peligro de esa práctica, cuando hablamos de política, es alto y nos compete a todos.

No hay comentarios: