martes, 13 de septiembre de 2011

15 Highlights de Londres

A catorce días de mi arribo al viejo continente, a la bellísima ciudad de Londres, sólo me propongo plasmar algunas, casi prematuras, impresiones iniciales:




1. La cantidad de aviones que hay en el aire cada vez que mirás al cielo -en cualquier momento-, es increíble.

2. V for Vendetta no describe un escenario tan futurista, en este futuro que llegó hace rato.

3. El criterio estético/artístico que tienen los británicos es envidiable. Eso explica su liderazgo en cuestiones artísticas, y puede verse desde la calidad musical en una Blues Jam de Camden Town hasta las cúpulas del Parlamento o de Westminster Abbey.

4. El transporte funciona a la perfección. Underground, Overground, National Rail, Buses, Cycling; todo es fácil, cómodo, limpio y rápido.

5. ¿Qué pasaría si el Thames estuviera en el estado del Ganges, o de nuestro amado Riachuelo? ¿Llegará el momento en el que los países contaminadores paguen las consecuencias?

6. El Museo Británico es la expresión más maravillosa del saqueo universal histórico. Pero para el burgués turista, ¡qué cosa divina! Si tan sólo pudiera estar en Grecia S.VII a.C. otra sería la historia. Por lo menos es gratis.

7. Creo que entendí qué es eso que llaman el Primer Mundo, al ver en el lapso de tres horas:
I. Dos Ferraris,
II. Un zeppelin de Good Year (como el inflable que tenía cuando era chico),
III. Las payasescas galeras de los guardias reales,
IV. La magnitud del Palacio de Buckingham,
V. Cuatro limosinas ridículamente pomposas,
VI. Las reliquias del Hard Rock Café,
VII. La oferta de un iraquí para que le compre... stuff,
VIII. Un boceto alucinante de da Vinci en la National Gallery,
IX. Gente durmiendo en la calle.

8. Las peleas entre ciclistas y colectiveros son universales. A las puteadas, provocándose y el colectivero amenazando bajarse para entrar a repartir roscazos. Toda coincidencia con la realidad es pura coincidencia.

9. Los restaurantes te cobran el pan; la gente duerme en la calle.

10. Cruzando el Waterloo Bridge, mirando el London Eye, el Big Ben, el Parlamento, y el Thames; tuve una epifanía sobre mi devoción por Cuba y una sensación de tristeza me invadió al recordar los cambios estructurales anunciados en abril, en la última asamblea del Partido Comunista Cubano. La gente, en Cuba, no duerme en la calle.

11. Amo las vacaciones en la playa, acompañado por el cuerpo que mejor me calza.

12. La familia se hace extrañar a la distancia.

13. CARPE DIEM.

14. Es extremadamente cosmopolita. Alegra ver gente de todos los colores, razas y tamaños, manteniendo sus formas y sus credos. El musulmán no anda con chupines y remeras de I love London, sino con túnica y correspondientes ornamentos; el yankee con remeras de basquet enormes escuchando Hip Hop al palo en los auriculares; los orientales vestidos "a lo oriental"; los judíos ortodoxos, como en todos lados (ellos sí que siempre mantienen sus formas); y podría seguir largo rato. El nivel de tolerancia -para caminar juntos por las calles de Londres, porque la política exterior es otra historia-, es destacable.

15. Londres es la cuna y madre de la civilización occidental moderna. Esa civilización que:
I. Alienta un sistema hostilmente competitivo de supervivencia, pero si perdés, te da un techo y un pancito para que vivas como el orto, pero vivas y te acuerdes que el gobierno de turno te lo está regalando porque es copado. Y si querés instalarte en otro lado, te echa a patadas en el culo,
II. Por lo tanto, margina;
III. Te vigila, donde sea que estés, por el bien de la Nación -y que Dios salve a la Reina-,
IV. Te encierra en tu mundo perfecto, en la belleza urbanística -macrista-, para no mostrarte la cara oscura de las guerras que promueve, de los muertos que genera, de las colonias que aún ostenta, administra y explota,

pero, acá funciona bastante mejor que en otros lugares. La sociedad de consumo extremadamente individualista que, de todas maneras, es muy linda.

Bonus track (actualizado 14.09.11, 12:23hs): Impresiona la increíble flora y fauna que hay desplegada por toda la ciudad. ¡Y eso que estamos entrando en el otoño! Ayer me lo recordó un zorro al llegar a la casa donde estoy viviendo, pero ya vi a un zorro durmiendo arriba de un árbol, ardillas en los parques y plazas, y flores desplegadas por las fachadas de una buena cantidad de edificios. Linda convivencia.



Así estamos, admirando un lugar increíble, una ciudad magnífica, pero con muchos sentimientos encontrados. Pasar de La Habana a Londres en seis meses, es un choque estructural -y cultural- importante. Qué cosa bárbara el planeta.

Homeland or Death.

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