sábado, 29 de enero de 2011

DIC: Sonrisa de hoy

Soy y siempre fui, un ente ajeno a lo que mis formas reflejaron al mundo exterior. Lo que otrora fue sonrisa, en verdad significó llanto desgarradador. Muy pocas, a la inversa; por no decir ninguna. El rostro lleno de pelos, la barba insignificante, el pelado que cantó canciones de amor y de amistad, los abrazos recibidos en son de compañía, más que de ninguna otra cosa. Tanto vicio relegado por el infinito y eterno anhelo de libertad. Alguna compañía distanciada. Las que valen, no. De una u otra forma, siempre están. Hasta los muertos. Un patrón que se hace grito interior y muchas veces no llega a reverberar en los muros del mundo. Esas caras, las que inundan las calles de lágrimas, sonrisas y alguna que otra injuria al prójimo; esas caras, valen tanto menos que nada. La sonrisa que existe y es real, es la que comulga con el corazón en entenderla par y compañera. En quererla para siempre a tu lado, y dar cada paso, por más arriesgado que sea, con la cautela necesaria para no soltarte de su mano. Existe un motivo real para mi sonrisa de hoy. Existe algo más grande que el vacío constante en el que nos sumergimos al deambular por la Ciudad sin verla pasar a tu lado.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

lindísimo.

Unknown dijo...

hacia mucho que no pasaba por aca..
y mucho mas que no te veo..


un abrazo enomre desde el esperanza,
cuidate

pd: esperanza es lo que nunca debe faltar..

Mauro Fernández dijo...

Tanto al "Anónimo" como a Carlos les agradezco mucho haber pasado.

Pero de ambos me pregunto, ¿quiénes son? ¿Desde el Esperanza? Sólo Nacho o Wally (si es que está), se me ocurren...

nachio soaje dijo...

la compu dice carlos, pero soy nacho, arctic y eperanza ahora..
no la configure a mi nombre aun..

desues te escribo al fb..

abrazos..

Mauro Fernández dijo...

¡Ahora sí! Qué bueno leerte querido compañero, y más aún enterarme que pasás por estos lares.

Nos escribimos vía Facebook así me contás por dónde andás.

Un abrazo muy grande a vos y otro general a la tripulación de la tan mentada Esperanza.

Mauro