lunes, 7 de mayo de 2012

Mar de fueguitos



Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. 

A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. 


-El mundo es eso - reveló. Un montón de gente, un mar de fueguitos. 


Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende. 


Eduardo Galeano
El libro de los abrazos

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El texto es de Galeano, pero su facilitadora fue mi amiga V. Le agradezco el recuerdo, la atención y la empatía. 

Japón sin nuclear: 54 reactores apagados


La imagen la saqué de este buen artículo de The Economist.

Con la parada de la central nuclear de Tomari, Japón quedó hoy libre de energía nuclear después de cuatro décadas –el país es parte del club atómico desde 1966. Ahora Japón enfrenta una oportunidad histórica al mismo tiempo que da una lección al mundo sobre lo prescindible de esta fuente energética. Sus líderes tienen la responsabilidad de abandonar definitivamente la nuclear y avanzar en una red eléctrica inteligente, eficiente, segura, renovable y barata, que haga frente al cambio climático. No hay lugar para la nuclear allí.

Catorce meses después de Fukushima, el desastre nuclear más importante desde Chernobyl, Japón logró salir de la crisis producida por el terremoto y el tsunami, alimentando su consumo energético interno con fuertes medidas de eficiencia y una administración inteligente de la red eléctrica.

La tercer economía del mundo es también el tercer país con más importancia entre los que ostentan reactores atómicos a escala global. El podio se compone por Estados Unidos, con 104, lo sigue Francia con 58 y pegado viene Japón con 54. Hoy el país llegó a cero, no por una decisión política antinuclear sino porque distintos factores de seguridad y mantenimiento obligaron a apagar cada uno de los reactores para evaluar sus riesgos.

No hay ningún motivo por el que Japón deba volver a encender ninguno de sus reactores, pero hay, como mínimo, 150.000 razones para que no lo haga: los evacuados de la crisis nuclear japonesa. Ellos conocen mejor que nadie que los riesgos de la nuclear son demasiado grandes. Los 437 reactores que hay desperdigados por el mundo, 437 bombas atómicas latentes, pueden –y deben– comenzar a ser apagados. Hoy Japón comenzó a demostrarlo.

El escenario de [r]evolución energética para Japón realizado por Greenpeace –descargá la versión en inglés–, muestra como Japón puede diversificar su matriz energética abandonando los combustibles fósiles sin caer en la trampa de la nuclear, y aún así alcanzar sus metas de reducción de emisiones de CO2 para 2020.

Esta es una señal que atemoriza a la industria atómica. Si Japón pasa el verano sin nuclear y logra cumplir sus compromisos de reducción de emisiones de CO2, la realidad habrá probado una vez más lo que hace tantos años venimos advirtiendo: la energía nuclear no es ninguna solución al cambio climático, es peligrosa, cara y contaminante; pero por sobre todas las cosas, es innecesaria.

El futuro está en manos del gobierno japonés. Sus líderes pueden aprovechar esta oportunidad histórica, o mirar atrás y darle la espalda a su gente. Profundizar el despegue de las energías renovables abandonando la nuclear tomaría solo una fracción del coraje que tuvieron para salir de la crisis del 11 de marzo de 2011. Los que aún sufren las consecuencias de Fukushima, no merecen menos.

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Artículo publicado en el blog de Greenpeace Argentina.

domingo, 6 de mayo de 2012

Colores de domingo por la noche

Ella pinta. Yo sigo con la computadora anexada al cuerpo, como un tumor maligno que crece sin quimio que le plante batalla. Pero la miro y me inspira. Me alegra. Pongo Yann Tiersen para acompañarla, a mi manera. No le digo nada, la miro poco. Elijo la banda de sonido de su noche de domingo, de su brote de artista. La acompaño de algún modo, engañando a mis palabras que no saben acompañar.

Cambio. O quiero cambiar. No hay amnistía para la memoria, tampoco para la acción. Nos enarbolamos sin rozarnos, que las lágrimas broten al compás de la Comptine d'un autre été. Y si no brotan, que reverberen en la cornisa de estas ventanas que inventan el mundo. Mio y nuestro. 

Hay gente con genio y con luz. La hay feliz por naturaleza, danzante, gritona, entusiasta de las pequeñas cosas. Están los deprimidos y los eternos alegrones. Estamos también los indefinidos. Los que nos aburrimos en las fiestas y nos reimos cuando no debemos. Estamos estos idiotas que no aprendimos a vivir y siquiera pretendemos hacer un culto de ello -porque buen capital se arrumba de explotar cierta imagen-; los que no tenemos una imagen, ni nos entendemos frente al espejo. Los niños y adultos, cruzándose entre los temas de Tiersen y las aventuras de V o el Eternauta que espera. Y estan tambien las ganas, las pasiones de cada día, allá en algún punto, perdidas entre la melancolía de lo que fue y la ansiedad del que será. 

Pintemos. Pintá. Yo hoy te sonrío asomando de atrás, musicalizando un plano corto de Jeunet sobre tu alas. If there's a crime then I'm guilty. Guilty of loving you.


jueves, 3 de mayo de 2012

#Crítica destructiva

Las cosas cambian cuando uno hace. Las palabras son del viento.

miércoles, 2 de mayo de 2012

#LaPaja: el opio de los pueblos

No remata: "volvé con tu novia". Remata "mové el culo de la silla".

martes, 1 de mayo de 2012

Alan Moore sobre #Occupy

Leyendo un poco sobre Alan Moore, el padre de V for Vendetta, llegué a una entrevista publicada en The Guardian en la que le contesta a un colega, Frank Miller -creador de Batman The Dark Knight Returns-, por sus palabras sobre el movimiento Occupy -que en los hispanohablantes sintetizamos como "Indignados-. Miller etiquetó a este grupo en su blog como "nada más que una banda de saqueadores, ladrones y violadores, un movimiento ingobernable, alimentado por la nostalgia de la era Woodstock, y un falso y podrido sentido de la justicia".

Moore contestó, y creo que su respuesta vale traducción, lectura, y difusión. Nada fuera de lo común, tal vez, pero excelentemente preciso e incisivo. Si quieren ver la nota entera, en inglés, sigan este enlace. Abajo, las palabras del padre del rostro visible de las primeras pequeñas revoluciones del siglo XXI.



"No puedo pensar en ninguna razón por la que se podría esperar que un pueblo se quede parado a ver una notable reducción en sus estándares de vida, el de sus hijos, posiblemente el de generaciones, cuando los que nos metieron en esto han sido recompensados -ciertamente no fueron castigados de ninguna forma, porque son muy grandes para equivocarse-. El movimiento Occupy es, en un sentido, la voz del pueblo diciendo que ellos deben ser quienes decidan quién es tan grande como para equivocarse. 
Como anarquista, creo que el poder debe ser dado a la gente cuyas vidas están siendo afectadas actualmente. Ya no es suficiente tener un grupo de gente que controle nuestros destinos. La única razón por la que tienen el poder es porque controlan el dinero. Ellos no tienen autoridad moral, de hecho, son lo opuesto a la autoridad moral."

#DiaDelTrabajador que ama y hace

Sin importar cómos ni cuándos.

Feliz día al que trabaja. Al que trabaja por un sueldo, al que trabaja por amor, al que trabaja por solidaridad, al que lo hace por necesidad y al que siente que trabaja por obligación. Al que mueve el orto, al que pone en funcionamiento los engranajes del camino, al que va para adelante, al que da. A las chicas que obligan a venderse, que no es trabajar, pero cuesta trabajo soportar la explotación del hombre. A los que trabajan por los demás. Al que lucha. Feliz día a los que luchan y hacen de eso, un trabajo.