domingo, 26 de febrero de 2012

Las Causas



Los ponientes y las generaciones.
Los días y ninguno fue el primero.
La frescura del agua en la garganta de Adán.
El ordenado Paraíso.
El ojo descifrando la tiniebla.
El amor de los lobos en el alba.
La palabra. El hexámetro. El espejo.
La Torre de Babel y la soberbia.
La luna que miraban los caldeos.
Las arenas innúmeras del Ganges.
Chuang-Tzu y la mariposa que lo sueña.
Las manzanas de oro de las islas.
Los pasos del errante laberinto.
El infinito lienzo de Penélope.
El tiempo circular de los estoicos.
La moneda en la boca del que ha muerto.
El peso de la espada en la balanza.
Cada gota de agua en la clepsidra.
Las águilas, los fastos, las legiones.
César en la mañana de Farsalia.
La sombra de las cruces en la tierra.
El ajedrez y el álgebra del persa.
Los rastros de las largas migraciones.
La conquista de reinos por la espada.
La brújula incesante. El mar abierto.
El eco del reloj en la memoria.
El rey ajusticiado por el hacha.
El polvo incalculable que fue ejércitos.
La voz del ruiseñor en Dinamarca.
La escrupulosa línea del calígrafo.
El rostro del suicida en el espejo.
El naipe del tahúr. El oro ávido.
Las formas de la nube en el desierto.
Cada arabesco del calidoscopio.
Cada remordimiento y cada lágrima.
Se precisaron todas esas cosas
para que nuestras manos se encontraran.


Las Causas
Jorge Luis Borges


"Pero sería mejor cambiar el último verso. ¿No sería mejor que nuestras manos se buscaran? ¿No sería mejor? Para encontrarse tienen que buscarse, por que sino, no tendría ningún valor. Tocar una mano casualmente no vale nada" 

Conversaciones con Antonio Carrizo. 1979.

lunes, 13 de febrero de 2012

Atucha I: el riesgo de lo prescindible

Comparto una nota que escribí en el blog de Greenpeace, con relación a la parada de emergencia de Atucha y lo prescindible de su aporte energético a la matriz nacional. Argumentos que el Ministerio de Planificación enunció y que no podrá olvidar cuando quiera posicionar "la importancia estratégica" de la energía atómica.

El último martes se produjo un récord sin precedentes de demanda energética en la República Argentina, según informó la Cámara Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA). Por la intensa ola de calor, se registró un pico a las 14:40hs y correspondió a una demanda de 21.907MWe. Sin embargo, Atucha I, la primera central atómica inaugurada en América Latina en 1974, viejita ya, no ofreció energía para cubrir esa demanda. Pero para entender mejor esta historia, vamos a tratar de entenderla paso por paso.
¿Qué evidencia esta gran demanda energética? Por un lado, un crecimiento exponencial en el consumo, vinculado a un desarrollo poblacional y también a una falta de conciencia de ahorro y eficiencia a la hora de utilizar ciertos artefactos eléctricos, principalmente para refrigeración. Por otra parte, que la generación de la energía que consumen nuestros aires acondicionados –por poner un ejemplo–, tienen para funcionar, una altísima dependencia de la quema de combustibles fósiles, los mismos que tienen una relación directa con el incremento de la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos (1)  –como las olas de calor o de frío–, formando un círculo vicioso entre el derroche en el consumo y sus inevitables consecuencias climáticas.
En el marco del mayor desafío que enfrentó la humanidad en mucho tiempo, los efectos sociales y ambientales del calentamiento global, los líderes políticos están –¿están?– a la búsqueda de nuevas y rápidas opciones energéticas, sustentables y baratas, para diversificar la matriz energética global. ¿Qué salida encontró Argentina para hacer más sustentable su matriz? Apostar por esa misma energía atómica a la que apostaron Chernobyl y Fukushima. La misma energía atómica que sufrieron sus muertos, sus enfermos y sus evacuados.
Lo curioso del día de ayer, fue que en el pico de demanda, Atucha I tuvo que salir de servicio en una parada no programada por una falla en el generador eléctrico de la turbina. Además de evidenciar que las fallas en las centrales nucleares existen y son corrientes –como en cualquier actividad humana, al contrario de lo que la industria quiere hacer creer–, lo magnífico es que se haga luz sobre lo prescindible de una central obsoleta y pequeña como Atucha.
Un vocero del Ministerio de Planificación, en un intento de llevar calma a la población por la falta de suministro declaró que esa situación “no complicará el abastecimiento satisfactorio de la demanda” ya que Atucha “aporta sólo 300 megavatios a un sistema de 22.000, y que “existe suficiente producción energética para atender toda la demanda”.
En Greenpeace, sabemos y denunciamos hace décadas que esto es así, pero aún hoy, en los albores del siglo XXI, tenemos que preguntarnos: ¿Por qué seguimos jugando en la ruleta rusa que nos ofrece la energía atómica, aún cuando sus beneficios son insignificantes?
Esta realidad debería llamarnos a la reflexión sobre lo necesario y lo evitable. Generar más energía y quemar menos combustibles fósiles, es necesario. Alimentar un circuito nuclear de alto riesgo e irreversibles consecuencias, es absolutamente evitable.
La energía atómica no sólo se trata de riesgos, sino de impactos irreparables y reales, como el legado secular de los residuos radiactivos que la misma industria lleva 60 años preguntándose qué hacer con ellos. Los trabajadores de las minas de uranio también conocen impactos reales de esta actividad. Y si a esto sumamos los riesgos durante su operación y las potenciales fugas radiactivas,queda fuera de todo debate racional y ético la utilización de energía atómica para generar electricidad.
Haber sorteado este pico energético sin Atucha es una cabal evidencia de que los peligros vinculados a la energía atómica –presentes en todos los 435 reactores en actividad en el mundo–, desde la extracción del Uranio en las minas hasta la disposición de sus residuos radiactivos, son totalmente desproporcionados en relación con lo prescindible de su aporte energético. Por eso, damos una categórica respuesta ante una pregunta que hace mucho tiempo la sociedad civil y política argentina no se hace:
¿Nuclear? No, gracias.

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Nota:
1- “Existe una relación de al menos un 99% entre el aumento de los días cálidos y la actual gestión que el ser humano hace del planeta”, Thomas Stocker, experto perteneciente a la Universidad de Bern y jefe de grupos científicos del IPCC.

viernes, 10 de febrero de 2012

Metáfora isotópica

"Un elemento pierde una partícula y se vuelve inestable, se genera una reacción en cadena. Ondas pulsantes de desesperación en todas las direcciones. Tal vez la parte que se pierde es la claridad y la esperanza. En la lluvia radiactiva aparecen los elementos sintéticos, isótopos de miedo y rabia, no pueden ser manejados con seguridad o enterrados. Toman la forma de una nube atómica, iniciada sobre un desierto que encierra el globo y nos ensombrece a todos."


Timofey Berezin
@ Pu-239


lunes, 6 de febrero de 2012

Peligro: niño al volante del desarrollo

Leo esto y broto: "Creo que es una cuestión de criterio y de madurez. Le puedo dar un auto a mi hijo para que salga a la calle siempre y cuando tenga la madurez suficiente para conducirlo con cuidado, es exactamente lo mismo, sin importar la edad que tenga."

¿Quién habla? Roberto Zenobi, presidente de la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros. A pesar de mi cólico vehemente ante semejante zafarrancho expresado por el susodicho, tengo una sensación ambivalente al notar que en palabras queda inscrito lo que yace bajo toda afirmación del sector minero: les importa un carajo la Ley vigente, en cualquier materia.

Lo que queda clarísimo con esta exposición del respetadísimo presidente de la CMEM es que, siempre desde su perspectiva monopólica y absoluta de la verdad, si ellos consideran que algo o alguien es lo suficientemente apto o responsable como para ejercer tal o cual función, importa un pepino si hay una Ley que regule lo contrario.

A Roberto no le importa la Ley de tránsito vigente.

A Roberto, y a sus colegas, no les importa en absoluto la Ley 7722 que prohíbe la explotación minera con lixiviación de cianuro y otros metales peligrosos, e incluso atentan contra ella en los tribunales.

A Roberto no le importa la Democracia ni la opinión del pueblo mendocino que sancionó, a través de sus representantes, y una activa y admirable participación cívica, una Ley que frena este tipo de emprendimientos.

Desde este humilde espacio virtual quiero felicitar a Roberto por dejarnos en claro a todos los argentinos que el sector minero juega un partido con sus propias reglas, donde el rival es maniatado y el árbitro viste casco amarillo con linterna.

No quiero dejar de enviar mis condolencias a las víctimas de tránsito que el hijo de Zenobi provoque cuando salga a la calle. O a los cerros cordilleranos.


viernes, 3 de febrero de 2012

¿Dónde están los superhéroes?

Catárquico lo que viene. Breve pero catárquico. Se halla acá por la necesidad de más de 140 caracteres, aunque tampoco tantos. Al mundo le hacen falta más superhéroes. Héroes de esos que en realidad no existen, de esos que son símbolos y por simbólicos, ideales e imperecederos. Los villanos siempre estuvieron unificados, siempre hubo Liga de las Sombras, siempre partidas de póker entre el Joker y la mujer gato. Vivimos tiempos de resistencias nacientes del poder colectivo; desarticuladas, pero efervescentes y corajudas. Sin embargo, siento la necesidad de un superhéroe menos humano -aunque humano- que inspire desde lo etéreo las acciones concretas de los hombres como nosotros. Construyamos un símbolo, de eso se trata la historia. Un símbolo que encarne en su máscara el ideal de todo un pueblo o una generación. Un símbolo que sea fácilmente identificable, memorable y, al mismo tiempo, temible. Uno que cuando parezca que roza lo ridículo, da su golpe de gracia y se retire nuevamente hacia las sombras. Un superhéroe de la Justicia y la Verdad. Uno nacido del Amor y no de la Venganza. El enmascarado que llegue por fin a plantar los cimientos del ideal bastardeado de "Salvar al Planeta".