jueves, 23 de diciembre de 2010

DXCV: No mueran los jazmines

No mueran los jazmines,
no mueran todavía.

Donde el Sol no los alumbra
y los amores se eternizan,
se cocinan vastas guerras,
se hacen grito los sentires
que enarbolan las historias,
entre pares producidas,
guionadas, compartidas.

Alcen su vista al cielo,
o hacia el techo que los acoge,
los esconde del prejuicio,
los protege del hostil andar del mundo.

Crezcan sanos, vigorosos,
que el amor les sea escuela;
que las risas, navidades.
Los abrazos, de eternidad
dulces anhelos. Los amores,
nómades y encantados.

Padres.

Madres.

Padres y madres de tristes jazmines,
que se secan en la oscuridad,
o se elevan a la inmortalidad.

lunes, 20 de diciembre de 2010

DXCIV: Calma Pueblo | feat. Calle 13



Nací mirando para arriba el 23 de febrero
Después de estudiar tanto terminé siendo rapero
Mi familia es grande en mi casa somos ocho
Y la clase media baja no recibe plan ocho

Es normal que mi comportamiento no les cuadre
Y más cuando el gobernador desempleó a mi madre
Me desahogo cuando escribo mi letra es franca
Pa' no terminar explotando en la Casa Blanca

Mis rimas te ponen tenso y te dan calambre
Yo soy el que hago que coman sin que tengan hambre
Mezclo lo que veo con lo melodico
Yo estoy aquí para contarte lo que no cuentan los periódicos

Es el momento de la música independiente
Mi disquera no es Sony, mi disquera es la gente
Las personas que me siguen y escuchan el mensaje
Por eso me defienden a los puños y sin vendaje

Calma pueblo que aquí estoy yo
Lo que no dicen lo digo yo
Lo que sientes tú lo siento yo
Porque yo soy como tú, tú eres como yo

A tí te ofende lo que escribo
A mí me ofende tu playback, que estes doblando en vivo
A mí me ofende cuando tú sobornas a la radio
Con plata con dinero pa' que te suenen a diario

Ni siquiera los Beatles tenían cuatro canciones
Sonando el mismo tiempo en las radio estaciones
Esto lo puede ver hasta un bizco
Tú vendes porque tú mismo te compras tus propios discos

No me digas que no si a mi me han ofrecido hacer eso
La mitad de los artistas deberían estar presos
A mi no me ofende que por hablar mucho me llames loco
Tu dices poco porque sabes poco

Calma pueblo que aquí estoy yo
Lo que no dicen lo digo yo
Lo que sientes tú lo siento yo
Porque yo soy como tú, ¡duro!

Yo uso al enemigo a mi nadie me controla
Le tiro duro a los gringos y me auspicia Coca Cola
De la canasta de frutas soy la única podrida
Adidas no me usa, yo estoy usando adidas

Mientras bregue diferente, por la salida entro
Me infiltro en el sistema y exploto desde adentro
Todo lo que les digo es como el Aikido
Uso a mi favor la fuerza del enemigo

Ahora quítate el traje falda y camiseta
Despójate de prendas, marcas, etiquetas
Pa' cambiar el mundo desnuda tu coraje
La honestidad no tiene ropa ni maquillaje

No me hablen de carteles ni de los sopranos
La mafia mas grande vive en el Vaticano
Con el truco de la fé se cogen a la gente
Se cogen a cualquiera que piense diferente

A mi no me cogen yo creo en lo que quiera
Creo en la gente, creo en mi bandera
Creo que los que me señalan con el dedo
Me tienen miedo porque yo no tengo miedo

Calma pueblo que aquí estoy yo
Lo que no dicen lo digo yo
Lo que sientes tú lo siento yo
Porque yo soy como tú, tú eres como yo

miércoles, 8 de diciembre de 2010

DXCIII: Wikileaks: dura apariencia de la nada

Al respecto del escándalo que generaron los 250.000 cables diplomáticos que liberó Wikileaks, al momento sólo quiero citar un fragmento de Hitler ganó la guerra, de Walter Graziano, que terminé de leer ayer:

"Hegel creía que la realidad se modificaba perpetuamente a través de un infinito proceso de tesis y antítesis que derivaba en una síntesis, una especie de fusión de elementos tanto de la tesis como de la antítesis, en forma superadora. Debemos aquí citar que el dispositivo dialéctico le podía facilitar a la elite un mecanismo de dominio. Si tan sólo pensamos que tanto el marxismo comunista como el nazismo hitleriano fueron influidos, en buena medida, por la dialéctica y el idealismo de Hegel, queda claro que, en términos de dominio, hay una metodología en común entre ambis sistemas, que excede sus diferencias. La elite habría razonado que, si se necesitan cambios sociales para ejercer un poder global, y si sólo pueden ser realizados por un conflicto entre dos facciones antagónicas, opuestas entre sí en un proceso dialéctico de tipo hegeliano, ¿qué mejor entonces que controlar el conflicto? Dicho de otra manera, si se puede influir de manera muy importante en los dos bandos de un mismo conflicto y se puede tener cierta influencia low profile en su desarrollo, la elite bien podría entonces predecir, si bien no con exactitud, al menos con bastante precisión el resultado del mismo, y manejar lo más posible la realidad de acuerdo con sus propios intereses. [...]

[...] El eslogan vendría a ser: 'Un conflicto controlado produce el resultado deseado'. En un mundo con sólo la apariencia de libertad individual, si un reducido grupo de gente muy poderosa maneja desde las sombras al Estado, puede intentar inducir el curso de la historia y lograrlo por un período prolongado."


Si tiene o no que ver, lo dejo a su criterio.

viernes, 3 de diciembre de 2010

DXCII: Opuestos complementarios

Me debato eternamente entre el fundamentalismo de lo igualmente opuesto. No, no es un oxímoron barato ni tampoco un banal recurso lingüístico. Los extremos, cuanto más opuestos están, más se parecen. Son tan paladines de la justicia social, como asesinos indefendibles. El Vigilar y Castigar de Foucault y una reforma del Servicio Penitenciario Federal. La libertad absoluta y la regulación de las salidas transitorias. La convivencia social y la tangente escapista. El vasto orgullo vernáculo y la revolución latinoamericana, el internacionalismo anti-globalización. El zeppelin magno de los cielos, y el globo pinchado del cumpleaños pasado. Allá va el ego, yo mismo congratulándome y mis condolencias personalísimas. Me cansé de escribir; muchas ganas antes, nada ahora. Como de costumbre.

jueves, 2 de diciembre de 2010

DXCI: Korda, el asesino del hombre


La foto la saqué de acá.


La historia es muy injusta con los hombres. Más allá de su escribiente, inmutablemente vencedor, o su verdugo de ojos fijos e indelebles, el futuro jamás los recordará. Sí a los símbolos que ese hombre, activa o pasivamente, haya sabido encarnizar en la opinión pública. Una masa que distorsiona, que compra sin preguntar, y secularmente da una especie de ‘retweet’ cultural a los dogmas que le sean impuestos.

Culpables sobran en la cadena de ajusticiamiento, desde el usuario de esa triste remera que enarbola un esténcil desgastado por el tiempo, hasta el minucioso documentalista que recopila toda una vida de proeza y sinsabor, en la urdimbre del héroe que la plebe clama a gritos. Pero el puñal, ese que se clava inmediatamente en su humano corazón, suena a obturador fotográfico, al ‘digan whisky’ en el momento justo, a la mirada perfecta. Así, con la imagen perfecta, se aniquila todo vestigio de realismo romántico para una llana simplificación del personaje mítico que seguramente cumpla un rol social de mayor trascendencia, pero olvide lo que realmente fue.

El mate mañanero, las cartas de amor, las lágrimas vertidas. Las inconsistencias e indecisiones, los pasos en falso y los temblores. El sexo por amor y cada gota de transpiración que la historia no reproduzca y se eternice en sus amantes. Todo eso se omite, porque no existe trascendencia alguna, más allá de la idea. El éter del hombre, un aura de pontificación que las letras demandan para su reproducción en serie.

Así son tantos los que, permeables, se dejan inspirar por símbolos vacuos, abducidos de sentires verdaderos, sin siquiera contemplar la posibilidad de esta parcialidad. Se forjan rebeldes o amantes de la curda que al final termine la función corriéndole el telón al corazón, y sus vidas, chorreantes, perecen en el tender de incomprensión y la soledad.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

DXC: Ella también

Cuesta dejarte atrás. Abandonar tu inyección, dar un paso adelante y volver a cero. El ojo desnudo, la pupila midriática saludándose de lejos con el refulgir crónico de tus palabras. Pero todo pasa, leí alguna vez. Pasan las horas, se quiebran amores, despojan rencores, se alquila la habitación nupcial del corazón completo. Al partir los barcos y los botes, el oleaje asusta, y desde el abrazador calor de este Sol de finales, tu ser me ilumina. Me acompaña.